Esteban Silva Cuadra
Analista Internacional
Presidente Diálogo Sudamericano
Una posible visita de Estado a Cuba de la Presidenta Michelle Bachelet debería contribuir significativamente a profundizar las relaciones bilaterales entre nuestros países. Después de la visita efectuada a la Isla en diciembre de 1972, por el Presidente Salvador Allende, el viaje de la Presidenta, sería la primera visita de Estado de un Presidente de Chile después de 32 años.
Antes que la noticia se oficialice, han surgido opiniones desaconsejando su viaje y planteando inaceptables condiciones. Lo anterior, nos recuerda el episodio de presión y chantaje para impedir que Chile respaldara a la República Bolivariana de Venezuela ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Se llegó incluso a amenazar con la gobernabilidad de la Coalición, señalándose que habría "un antes y un después en la Concertación" si la Presidenta optaba por respaldar a Venezuela.
Argumentar que sería no recomendable una visita a Cuba porque con su viaje se enviaría una supuesta señal contradictoria con la política que Chile busca proyectar o porque aquello causaría fricciones en la Concertación o porque emitiría una mala señal hacia los EEUU, constituyen argumentos propios de un ideologismo sesgado y conservador. Detrás de esos argumentos se oculta una concepción de política internacional basada en fronteras ideológicas, la cual es altamente perjudicial para la construcción de una política exterior plural, progresista y soberana que represente a Chile.
Esta visión evidencia también, incomprensión del nuevo escenario que vive la región. Los vientos de cambio vienen de todas partes. Hace poco era inimaginable que gran parte de los gobiernos de la región fuesen gobernados por lideres de izquierda o centro izquierda, como Hugo Chávez en Venezuela, Lula en Brasil, Evo Morales en Bolivia, Néstor Kirchner en Argentina, Tabaré Vásquez en Uruguay, Rafael Correa en Ecuador, Michelle Bachelet en Chile, Torrijos en Panamá, Daniel Ortega en Nicaragua y Alan García en el Perú. Incluso en Colombia el tradicional bipartidismo liberal/conservador fue perforado en las últimas elecciones por el candidato de izquierda Carlos Gaviria, del Polo Democrático Alternativo. En México, la votación obtenida por el candidato de la izquierda Andrés Manuel López Obrador, provocó una contienda de legitimidad con Felipe Calderón .
La política exterior de Chile no puede construirse sobre una concepción ideológica sesgada. Nuestra política exterior debe contribuir a la integración latinoamericana sin aislar a ningún país ni a sus gobernantes, con respeto a la autodeterminación y la soberanía de cada país. Debemos trabajar por un mundo multipolar, para que la globalización sea incluyente y regulada, impulsando la reforma de los Organismos Multilaterales y de Naciones Unidas, para impulsar un comercio mundial más justo para los países en desarrollo. En ese contexto y por el interés soberano de Chile seria muy positiva una visita de Estado de Michelle Bachelet a Cuba y contribuiría a " que se termine la utilización de Chile como modelo del buen alumno, hoy transformado en una referencia de derecha en toda América Latina" como lo ha señalado el Senador Carlos Ominami.
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