jueves, 27 de septiembre de 2007

Autodeterminación Saharaui

Esteban Silva Cuadra
www.lanacion.cl
7 de agosto de 2007


Hace algunas semanas La Nación publicó un artículo de Daniel Steinborth, columnista de Der Spiegel titulado ¿Qué es exactamente un Saharaui?.El artículo, discutible en muchos aspectos, contribuye a visibilizar un conflicto actual y dramático que afecta a un pueblo que lucha por su autodeterminación, y la recuperación del conjunto de su territorio.

La cuestión del Sahara Occidental, es una cuestión de descolonización y así ha sido tratado por las Naciones Unidas desde 1963.

La República Árabe Saharaui Democrática (RASD), representada por el Frente Polisario allí donde no es todavía reconocida, se encuentra situada en el noroeste del Continente Africano. Tiene fronteras con Argelia, Marruecos y Mauritania y se encuentra a 100 kilómetros de las Islas Canarias. Fue fundada el mismo día en que el Sahara Occidental logró su independencia de España, y que Marruecos y Mauritania le declararon la guerra; posee un gobierno democrático instalado en el territorio aledaño al muro levantado por Marruecos (que ocupa ilegalmente una parte importante de su territorio). La RASD representa a los saharauis que habitan en dichos territorios y en los 25 campamentos de refugiados en el Sahara argelino y la Hamada

Sus principales recursos son el fosfato, el petróleo, gas natural, hierro, uranio y tiene costas de más de 1.600 kilómetros . Los saharauis representan la única nación árabe africana de habla hispana.

La RASD es reconocida y mantiene hoy relaciones diplomáticas con más de 82 países en el mundo. En América Latina y el Caribe tiene relaciones con Uruguay, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Cuba, Panamá, Haití y México, entre otros. Como miembro de la Unión Africana, ejerce una de sus Vicepresidencias.

Por la importancia de sus riquezas considerada diez veces más que Kuwait y su baja densidad poblacional, la RASD ha sido objeto del expansionismo de su vecino del Norte: el Reino de Marruecos. País que en 1975 invadió su territorio violando las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas y de la Unión África.

Frente a la pretensión territorial de Marruecos, la Corte Internacional de Justicia en su dictamen del 16 de octubre de 1975, afirmó que este territorio nunca formó parte de Marruecos antes de la presencia colonial española, y por tanto, no tiene ningún lazo de soberanía con ese país. Marruecos se vio aislado y se retiró de la Unión Africana después de ser condenado por su ocupación ilegal de una parte importante del territorio de la Republica Saharaui.

Después de 16 años de guerra, la RASD a través del el Frente POLISARIO firmó con Marruecos, en 1991, un acuerdo de paz, bajo los auspicios de las Naciones Unidas. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas formó una misión especial para su materialización, bajo el nombre de Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO).

Estos acuerdos prevén un cese el fuego y la organización de un referéndum para la autodeterminación. Lamentablemente los acuerdos no han sido aplicados hasta hoy por la sistemática falta de cooperación de Marruecos, país que ha buscado bloquear la consulta popular.

Bajo los auspicios de Naciones Unidas, luego de la Resolución 1754 del Consejo de Seguridad, que insta a las dos partes en conflicto a establecer negociaciones directas sobre la base de la búsqueda de la autodeterminación del Sahara Occidental, saharauis y marroquíes han sostenido recientemente un primer encuentro, celebrado en Manhasset, Nueva York, el 18 y 19 de junio pasado,

Pese a que no se vislumbra ningún avance debido a la propuesta Marroquí de Autonomía que modifica sustancialmente los acuerdos de la ONU y del Plan de Paz, la segunda reunión se efectuará el 10 de agosto próximo. En este contexto, no pasa desapercibido el viaje a Marruecos que un grupo de senadores chilenos encabezados por el Presidente su Comisión de Relaciones exteriores efectuará por invitación de ese país.

Probablemente Marruecos intentará presentar la reunión bilateral como un respaldo a su postura unilateral de Estatuto de Autonomía para el Sahara Occidental bajo su soberanía, situación que sería altamente negativa. Primero, porque la postura Marroquí representa la posición de una de las partes en conflicto en absoluta contraposición con la posición del gobierno saharaui de que se proceda al cumplimiento de los numerosas Resoluciones de la ONU, con el objetivo de se realice un referéndum y sean los propios saharauis los que se pronuncien por su autodeterminación y definitiva independencia.

Segundo, porqué mientras las conversaciones se encuentren en desarrollo se emitiría una señal negativa y contradictoria con la postura del Estado Chileno, el que ha respaldado el 6 de octubre del 2006, en la Cuarta Comisión de Descolonización de Naciones Unidas su apoyo al "Plan de Paz para la libre determinación del Pueblo del Sahara occidental como solución política óptima basada en el acuerdo entre las dos partes".

A fin de cuentas los saharauis exigen ni más ni menos el derecho a decidir sobre su propia autodeterminación y soberanía a través del cumplimiento de los Acuerdos internacionales todavía pendientes.

Dos constantes históricas han marcado las luchas de los pueblos africanos y sus movimientos de liberación y descolonización en el siglo XX.

Primero, Ninguna guerra y conflicto de ocupación colonial o de control militar ajeno de un territorio y de una población producto de un proceso de descolonización inconcluso, triunfó o se mantuvo en el tiempo.

Segundo, Los conflictos que no son olvidados y que logran concitar la solidaridad y preocupación internacional, acaban por solucionarse. La lucha del pueblo saharaui no escapará en el siglo XXI de estas dos constantes históricas.

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