Con el Acuerdo Transpacifico conocido por sus siglas en inglés como TPP el gobierno de la Presidenta Bachelet y la Nueva Mayoría continuará y profundizará la misma política económica neoliberal a nivel internacional impulsada por los gobiernos de la Concertación en los últimos 24 años(1) cuya máxima materialización fue la suscripción hace 10 años del nefasto Tratado de Libre Comercio TLC entre Chile-EEUU suscrito y aprobado durante el gobierno de Ricardo Lagos.
El TLC se negoció también de espaldas a los chilenos y las organizaciones sociales.El gobierno concertacionista de la época lo envió al Congreso con trámite de urgencia para que fuera aprobado rápidamente y así no correr el riesgo de su rechazo por parte de las organizaciones sociales,sindicales industrias nacionales,cooperativas y Pymes que resultaron profundamente afectadas por el TLC.
Como era lógico por su orientación neoliberal global y sus contenidos específicos en favor de las inversiones y grandes capitales norteamericanos los diputados y senadores de la derecha lo apoyaron inmediatamente ideológicamente con entusiasmo aun sin conocer sus contenidos y también fue apoyado por los parlamentarios la Concertación, los pocos que intentaron oponerse fueron rápidamente disciplinados y presionados por el gobierno a votar a favor. En el Congreso solo un diputado: Sergio Aguilo (ex PS hoy IC) votó de manera digna y fundamentada en contra del acuerdo impuesto por el ejecutivo.En el Senado no hubo ni un sólo voto digno en contra.
La sociedad chilena prácticamente ni se enteró de sus contenidos negativos y además la prensa mercurial, la derecha empresarial y política en su conjunto y el gobierno de Lagos hicieron campaña presentando este TLC como un gran avance para Chile.No se tuvo información ni se le analizó con detención ni profundidad.
Una vez firmado por Bush y Lagos el TLC la estrategia del gobierno fue despacharlo en tiempo récord en el Congreso y fue aprobado en solo 2 meses.Es decir, se aprobó con una extrema urgencia estableciéndose una clara maniobra para presentarlo como algo técnico y de "especialistas",caricaturizando y minimizando a quienes desde la sociedad civil y desde la política nos opusimos. Sus contenidos y alcances negativos específicos y sectoriales para el país fueron ocultados a la opinión pública e incluso a los partidos que conformaban la Concertación.
En el PS de aquel entonces la izquierda socialista (los que luego abandonaron ese partido para fundar junto a otros sectores de izquierda el Movimiento del Socialismo Allendista) rechazó el TLC con EEUU y exigió que el tema fuese debatido y sometido a votación en su Comisión Política siendo derrotados debido a la brutal presión ejercida desde afuera por el gobierno,Ministros y altos funcionarios socialistas.
En un Congreso poco representativo debido al sistema binominal y con prioridades fijadas por el Ejecutivo y procedimientos poco transparentes y restringidos a la sociedad civil el TLC Chile-EEUU fue "aprobado"en un tiempo récord para que no se produjera un debate mínimamente democrático ni polémicas en la ciudadanía si es que se hubiesen llegado a conocer sus reales implicancias.
El actual gobierno de la Nueva Mayoría continúa impulsando exactamente el mismo enfoque ideológico económico y comercial al profundizar la lógica y alcances de los Tratados deLibre Comercio y negociar en absoluto secretismo el Acuerdo Transpacifico TPP.Como buen continuador de la Concertación busca hacerlo aprobar como un mero y rápido tramite por el Congreso hoy sin legitimidad ninguna de la misma manera que se hizo con el TLC con los EEUU.Se pretende agendar el TPP con la mayor rapidez su presentación en el Congreso con el objeto de disciplinar a los parlamentarios de la Nueva Mayoría para que en conjunto con una entusiasta derecha sea aprobado con premura con el menor ruido y cobertura mediática posible.
A propuesta del Presidente Obama en la última reunión de la APEC los países pequeños (como el nuestro) que resultarán más afectados por el TPP accedieron a la presión del Imperio para que el Acuerdo sea firmado el 4 de enero del 2016.
A la diferencia del 2005 hoy la sociedad chilena se encuentra movilizada y gracias la presión social y política en las calles se ha instalado un proceso Constituyente.El propio gobierno postergó el tema de la elaboración de una nueva Constitución transfiriéndole al próximo Congreso que resulte electo mediante un sistema proporcional la decisión de resolver sobre los mecanismos para elaborar una nueva Constitución.Al anunciar su propuesta Bachelet dejó a entrever que el actual Congreso binominal no tendría legitimidad para resolver sobre un tema tan trascendente para el país.En consecuencia, resulta inaceptable y contradictorio que el gobierno intente validar en el actual Congreso sin legitimidad la suscripción y subordinación de Chile a un acuerdo nefasto y negativo como el Acuerdo TransPacifico TPP que al igual que el TLC con EEUU tendrá implicancias negativas y estructurales para nuestra soberanía económica.
Movimiento del Socialismo Allendista de Chile
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