El Periodista. Entrevista a Esteban Silva escrito por Felipe Noguéz.- 26 de October de 2006
Presidente del Regional América del PS y miembro de la secretaría de Relaciones Internacionales de dicho partido, analiza la abstención de Chile en la ONU y señala que el"después" es realizar una profunda revisión de la política exterior chilena.
Puede estar aquí o en Quito o también en Lima. Aparecer con Chávez en el avión presidencial junto a Alejandro Navarro, luego con Lula en Brasil y darle, a la pasada, un consejo para la segunda vuelta a su amigo, Rafael Correa, quien peleará voto a voto en Ecuador con el empresario Noboa. Saltó a la fama y también a la polémica pública en Perú, cuando los medios descubrieron que un chileno asesoraba en silencio al entonces presidente Toledo. Conocedor de la región y de las profundidades de sus políticas, quisimos ver qué pensaba del voto de Chile en la ONU y las repercusiones que éste pudo tener en Venezuela, no en vano hace unos días, como lo muestran las fotos, se codeó con el coronel Chávez y su canciller, Nicolás Maduro. También interrogarlo sobre por qué, en una columna de El Mostrador, dijo de las incoherencias de Gutenberg Martínez que antes apoyó a Daniel Ortega en Nicaragua y luego se opone tenazmente al mandatario venezolano.
•¿Cuál es su "después"?
El después es hacer una profunda revisión de la política y de las señales que los chilenos emitimos, respetando las facultades de la Presidenta, respecto que si decimos que nuestra prioridad es la relación vecinal y dentro de ese contexto la multilateral, es decir el proceso de confluencia e integración de Sudamérica y luego de América Latina, ello debe traducirse en avances, gestos, decisiones y respaldos concretos en función de esos procesos. Acá hay temas comprometidos, desde energéticos, geopolíticos, que no tiene que ver con la bipolaridad expresada en el campo mundial, sino con los intereses de Chile.
•¿Pero cómo queda Chile hoy en la región, cuando la abstención, apenas reunió a un pequeño grupo de países?
La mayoría de los países que componen la Comunidad Sudamericana de Naciones estaba respaldando la opción de Venezuela. La política exterior de Chile, entonces, ha emitido una señal que va en un sentido contrario o no está en la sintonía sustantiva con las definiciones que tomó la casi totalidad de los países de la región…
•¿Para la región, entonces, qué queda: un país que tomó la decisión por sus asuntos internos o que tiene una definición ideológica distinta?
Hay múltiples interpretaciones. El debate permitió que emergieran un conjunto de temas. Uno de ellos fue si Chile tiene capacidad de generar una política soberana y está en condiciones de expresar, de manera equilibrada en el campo de la geopolítica, sus intereses, opiniones y posiciones independientes. Otro tema, que apareció, es respecto al proceso de reinserción impulsado por la Presidenta Bachelet de mirar América del Sur. Chile fue un país que, hasta hace muy poco, su tendencia principal era generarle condiciones al capital chileno para que se expandir y exportar, en desmedro de la lógica política de la cooperación entre los estados. Ese proceso felizmente está cambiando, no sólo por Chile, sino por la emergencia en los últimos años de presidentes como Lula, Chávez, Kirchner, Morales, Vásquez, etc. Esto obliga a Chile a tener que mirar la integración. Detrás del voto a favor de Venezuela, entonces, se expresaba si en esta nueva forma y enfoque de la integración, Chile tenía condiciones de avanzar más rápido o menos rápido. En este caso, es claro que vamos a hacerlo más lento. Espero, realmente, que este voto no debilite y dificulte o distancie una relación que es mucho más amplia, rica y dinámica.
•¿Qué intereses, a su juicio, se movían detrás de la presión DC?
Hay que distinguir posiciones. Dentro de la DC hubo quienes señalaron su opinión, pero dijeron que respaldarían cualquier decisión de la Presidenta. Los que amenazaron con un antes y un después, tienen vinculaciones que son por todos conocidas. La ODCA, ha participado muy activamente junto a sectores que son furibundos antichavistas y que estuvieron vinculados al golpe contra Chávez en el 2002. No son todos los DC y tampoco toda la ODCA. Aquí han hecho un lobby muy profundo en contra de la relación con Venezuela y, especialmente, con el Presidente Chávez. Ello, en mi opinión, atenta contra el interés de Chile.
•En una columna en El Mostrador usted planteó un contrasentido: la ODCA apoyó en el 2001 a Daniel Ortega, satanizado por EEUU y cuestiona a Chávez, cuyo candidato en Nicaragua es Ortega…
Desde el punto de vista de la ODCA, por la posición que ha tenido en Venezuela, es claro que es una de las agrupaciones de coordinación política activa contra el Gobierno de Chávez. Bajo el liderazgo de Gutenberg Martínez, la ODCA efectivamente apoyó la fórmula del acuerdo entre sandinistas y socialcristianos en el 2001. Eso es contradictorio con el discurso que se hace ahora, extensivo a la demonización y profunda caricaturización de Hugo Chávez.
•¿Ha podido, extraoficialmente, conocer cómo reaccionó el gobierno de Chávez con la abstención de Chile?
Lo importante y esa es la reflexión, más allá que esperaban que Chile respaldara a Venezuela, se debe destacar la generosidad que ha tenido el Presidente Chávez. Tuvimos la oportunidad, junto al senador Navarro, de conversar con él y nos dijo, luego lo hizo público, que respetaría la decisión soberana de Chile y eso es lo que ha hecho al conocer el voto. No están contentos, yo tampoco lo estoy, pero han comprendido la complejidad que existe en este país.
•¿Cuál es su vaticinio de las segundas vueltas en Brasil y Ecuador?
Lula ha consolidado una ventaja sustantiva, y a pesar de todas las campañas por debilitarlo y también los errores cometidos, será reelecto. En el caso de Ecuador, la situación es más compleja. Todo puede pasar. A mi juicio, Correa tiene más posibilidades de crecimiento en virtud de la votación que se expresó con Roldós y con el hermano de Lucio Gutiérrez. Va a tener al frente, sin embargo, a la derecha completa, en casi todas sus expresiones y prácticamente todos los medios de comunicación y el poder económico. Si las elecciones son limpias y se resuelven alguno de los temas que han sido denunciados, yo creo que gana Rafael Correa.
•¿El segundo periodo de Lula será similar al primero?
Yo espero que sea más activo. Tengo la impresión que Lula superó y lo va a probar, al parecer y espero en la segunda vuelta, momentos extremadamente delicados que debilitaron a su gobierno y al proceso de integración sudamericano. No tengo dudas que Brasil progresivamente va a recuperar su liderazgo, particularmente en la Comunidad Sudamericana de Naciones.
•¿Evo Morales corre peligro?
El Presidente Morales tiene una mayoría sustantiva que lo respalda, y lo más importante, es activa. Tiene al frente, sin embargo, muchas fuerzas contrarias que son complejas desde el punto de vista de la movilidad y el cambio. Obviamente que hay amenazas preocupantes, pero es un proceso que todavía sigue teniendo fuerza de mayoría, un conductor con una gran conexión con la ciudadanía y que ha logrado un avance histórico que dudo se revierta, a pesar de todas las dificultades y complicaciones que están en curso contra la democracia boliviana y el Presidente Evo Morales.
El Periodista 20 de octubre de 2006
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