Esteban Silva Cuadra
abril del 2006
Con profunda sorpresa y estupor he leído la entrevista del historiador y ex Director de la DIBAM, Señor Sergio Villalobos. Titulada "Los Libros fueron tomados en Buena Lid".
Lo primero que resulta inaceptable, es el abierto anti peruanismo marcadamente xenofobico del Señor Villalobos al autocalificar como ingeniosa su frase " a los peruanos sólo hay que devolverles el saludo" para rematar señalando que "Hay que devolverles a los peruanos también". Sus expresiones son inaceptables por su alto contenido racista y conservador y son ofensivas para todas las chilenas y chilenos que creemos que debemos construir un futuro de colaboración e integración con los peruanos y el Perú de cara al siglo XXI.
Segundo, por sus conservadora postura referida al patrimonio cultural peruano (libros y archivos) que se encuentra en nuestro país. El historiador Villalobos señala, refutando al prestigiado intelectual Ignacio Domeyko, que en la época en que se produjo la sustracción de libros y archivos peruanos por parte de tropas chilenas, existía el derecho a apropiarse de los bienes del enemigo, por lo que se trataría de normas del Derecho Internacional de la época. ¡Antojadiza y arbitraria interpretación! Tan es así, que incluso en el lenguaje y concepción militar de la época, se distinguía claramente entre lo que se denominaba "botín de guerra" (correspondiente a lo que se obtenía o capturaba en combate) y el pillaje o robo posterior efectuadas por las tropas, referido a piezas de museo, libros o bienes culturales particularmente civil, correspondientes al patrimonio cultural de un pueblo o nación. No hay en la evolución del derecho internacional (sujeto lamentablemente a la interpretación de los Estados más fuertes o poderosos) nada que se le parezca a la justificación legal del pillaje, del robo o de la barbarie. Otra cosa ha sido como se ha impuesto la fuerza o la arbitrariedad en algunos momentos o situaciones históricas por sobre el Derecho Internacional. Este último es el caso de los libros, archivos y cuños de moneda peruanos que fueron traídos hacia Chile por nuestro Ejército.
El Señor Villalobos, para justificar su postura, y minimizar los hechos cita, a José Tamayo quien habla de de los desastres de la Biblioteca de Lima, la quema de la biblioteca intencional ocultar robos peruanos. ¡Novedosa tesis revisionista! La que justifica además la apropiación y traslado de los libros y archivos peruanos a Chile llevándonos a inferir que solo gracias a esa acción se pudieron salvar y proteger. Insólita y cuestionable interpretación.
Creo que debemos hacer un esfuerzo nacional para devolver al Perú y a los peruanos a la mayor brevedad todo el patrimonio que podamos ubicar (mucho del cual sabemos que se encuentra debidamente inventariado y clasificado). En eso me inscribo en la línea de opinión de los ex ministros de educación Mariana Aylwin y Sergio Bitar. Estoy seguro que de nuestras FFAA colaborarán con esta iniciativa. A veces creo que los civiles somos "conservadores a priori" sobre ésto y hemos presupuestado que nuestras FFAA se niegan a tratar determinados temas, cuando nunca se les ha preguntado e involucrado expresamente en ellos.
Creo que deberíamos impulsar desde Chile durante el 2006, la creación de una Comisión Mixta al más alto nivel entre los dos países compuesta por representantes de los Estados junto a escritores, historiadores, creadores culturales e intelectuales, la que tuviera como objetivo establecer una versión conjunta de cuantos libros, archivos y piezas de patrimonio estamos hablando, y luego, proponer una metodología para darle tratamiento al tema con el objeto que se proceda a su devolución al Perú en el marco de un gesto de afianzamiento bilateral, de nuestras mutuas percepciones en el ámbito de la cultura y la vecindad.
Me encantaría ver en una Comisión de alto nivel por Chile a personas como Nivia Palma de la Dibam, a los rectores Edgardo Riveros (UdeChile) y Jorge Arrate (U.ARCIS), a ex ministros de educación como Mariana Aylwin y Sergio Bitar, escritores como Volodia Teilteimboin, Marcela Serrano y Luís Sepúlveda e historiadores como Eduardo Cavieres, autor, junto a su colega peruano Aljovin de Losada, del libro "Perú-Chile, Chile Perú, 1820-1920".
Por el lado peruano me gustaría ver participar a Luís Lumbreras, director del Instituto Nacional de Cultura, a ex ministros de educación como Mercedes Cabanillas y Nicolás Lynch, intelectuales como Miguel Rubio, Mirko Lauer y Edmundo Murugarra y a escritores como Alfredo Brice Echenique y Santiago Roncagliolo junto a historiadores como Cristóbal Aljovin de Losada.
Muchas veces se confía en la cultura del secretismo para avanzar, es decir que nada se explicite públicamente y que todo se maneje en las alturas. Es cierto que el avance de estos temas no debe ser objeto de polémica pública antes de sus conclusiones. Sin embargo, lo importante es que todo mundo conozca a sus integrantes y su metodología, pues se requiere de un respaldo de los ciudadanos de nuestros países para que estos avances se consoliden y materialicen en nuestra cultura y actitudes.
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