jueves, 27 de septiembre de 2007

Respuesta a Alvaro Vargas Llosa

Los diez perfectos idiotas latinoamericanos de Vargas Llosa

Esteban Silva C.
www.elperiodista.cl
Viernes 27 de Febrero de 2004


Hace algunos días Alvaro Vargas Llosa publicó en el diario electrónico de La Tercera (www.latercera.cl) su ranking de los 10 perfectos idiotas Latinoamericanos.

Más allá de la humorada de Alvarito (como le dicen aquí en Perú), la cual no debería ocuparnos seriamente, considero que este ranking lo retrata de cuerpo entero: un columnista cargado de prejuicios y de un extremo ideologismo pontifical contra todos aquellos que presenten posiciones criticas a las ideas neoliberales y de derecha con las cuales nuestro Alvarito se identifica.

Con la excepción de las señoras Bolocco y Bozzo, lo cierto es que las menciones (entre las cuales me incluye) de los Presidentes Fidel Castro y Chávez, el dirigente Evo Morales de Bolivia, el escritor uruguayo Eduardo Galeano, el actual intendente de Buenos Aires Aníbal Ibarra, la fundadora de las madres de la plaza de Mayo Hebe de Bonafini, así como del legendario futbolista Diego Armando Maradona, todos tienen un común denominador: su profundo prejuicio ideológico y político contra quienes no profesan sus posiciones políticas de derecha y su obsesiva predica del pensamiento único neoliberal con un reducido enfoque economicista. Presentado como lo único políticamente correcto, coherente y moderno en el actual escenario latinoamericano.

En ciertos medios de las Américas, Alvarito nos tiene acostumbrados, junto a sus amigos Carlos Montaner y Andrés Oppenhaimer a su pontificación cotidiana sobre quiénes son aceptables, inteligentes o correctos y quiénes son los estúpidos latinoamericanos. Sea por el hecho de representar posiciones políticas distintas a las de su reducido imaginario o por el hecho de defender el Estado como agente de redistribución y regulación a favor de las mayorías. Para ellos, son candidatos de ataque y descalificación todos aquellos que encarnen liderazgos culturales diferentes o posiciones de principios en el campo social o de derechos humanos, así como posturas tan respetables como las de Evo Morales sobre la mediterraneidad de su país.

Ciertamente me siento muy cómodo y honrado de formar parte de su galería de idiotas latinoamericanos (con la excepción claro está de la Bozzo y la Bolocco) pues se trata de figuras que han marcado este continente de las "Venas abiertas" como diría Galeano, con luchas, esperanzas, ideas y sueños.

Mi inclusión en la lista como ex consejero presidencial responsable de la baja popularidad del Presidente Alejandro Toledo, no hace sino demostrar jocosamente las intensas pasiones de quién durante el Fujimorato me dedicó uno de sus libros llamándome: "amigo combatiente del sur (en las luchas comunes contra las dictaduras) y liberal de izquierda".

En más de una oportunidad en un medio de comunicación peruano publicó declaraciones acusándome de formar parte de un fantasioso complot contra el Cardenal Cipriani del Opus Dei. Posteriormente me responsabilizó de ser un infiltrado extranjero (y para colmo socialista) en el gobierno de Toledo. En aquella oportunidad, estimé inoportuno responder a su novelesca y febril imaginación por elemental prudencia política.

Seguramente hoy salda sus cuentas conmigo y me incluye en su lista pues fui testigo directo en innumerables ocasiones de su actitud dócil, acrítica y sobona con el Alejandro Toledo candidato. Aquella actitud contrasta con lo que públicamente declaró una vez que se alejó del entorno de Toledo. Probablemente, también, influya el hecho de que impedimos que infiltrara con sus amigos de las organizaciones anticubanas de Miami una campaña Presidencial que nada tenía que ver con aquellos intereses y lobbies.

Consideraría una humorada sin importancia la galería de perfectos idiotas Latinoamericanos de Alvaro Vargas Llosa si no fuera porque contribuye en diferentes medios de comunicación de nuestro continente con la vieja pretensión del pensamiento conservador que busca desprestigiar toda idea progresista o de izquierda presentándola como jurásica y desfasada del mundo actual y "políticamente correcto" al que Alvaro cree representar.

O quizás su pretensión sólo sea el reflejo de un incontenible deseo de figurar para enfrentar así la compleja y dura realidad de tener audiencia pública por el solo hecho de haber heredado un apellido tan prestigiado en nuestra literatura latinoamericana y mundial.

1. Que dijo Vargas Llosa de cada personaje

Cecilia Bolocco: "por preferir a ese pelagatos en lugar de explorar los encantos del autor de esta lista, que no muerde con dentadura postiza"

Esteban Silva: "asesor chileno de Alejandro Toledo. Casi nadie lo conoce en Chile: grave error. Si llegan a conocer sus talentos de intrigante renacentista, nos libramos de él y a lo mejor Toledo no tendría hoy, con 7 por ciento de aprobación en las encuestas, el nivel de impopularidad más original de la historia universal".

Eduardo Galeano: "cascarrabias -y escritor- uruguayo. Desde que figuró en un capítulo del "Manual del perfecto idiota latinoamericano", ha defendido su medalla sin pausa".

Laura Bozzo: "bruja peruana de la televisión, con arresto domiciliario por sus contubernios con la dictadura de Fujimori. Si por cada maldad que lanzó contra quienes pedíamos democracia le cayera una penitencia, tendría que padecer mortificaciones de aquí a que Chávez haga surfing en Antofagasta".

Maradona: "el de la mano de Dios, por no actualizar los tatuajes".

Aníbal Ibarra: "intendente de Buenos Aires. Montó un circo para recibir a Fidel pero olvidó montarse en el avión del comandante (hubiera sido ideal que viajara como polizón, a ver si se le congelaba el cargo)".

Fidel Castro: "rey universal -y jurásico- de la tribu".

Hugo Chávez: "animador de Venezuela. Por querer mancillar una hipotética playa boliviana con su escamosa humanidad. Dijo que era heredero de Bolívar: ha resultado un residuo verdoso del Orinoco".

Hebe de Bonafini: "argentina, bisabuela de la Plaza de Mayo. Justificar los atentados del 11 de septiembre hace de ella una candidata insuperable a una cueva de talibanes rijosos cerca de Peshawar".

Evo Morales: "oligarca de los cocaleros bolivianos. Si en lugar de hacer política se dedicara a mascar coca, su contribución a la liberación de la especie sería menos indigna".

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