Analista internacional
La Nación de Santiago
23 septiembre 2007

Al día siguiente, el ministro Pizarro, aterrizaba en Santiago, para coordinar el inicio del proceso de extradición. Atrás quedaron los errores cometidos por autoridades chilenas al dejarlo ingresar al país sin reparar de quién se trataba. Las suspicacias iniciales sobre una eventual protección de Fujimori en Chile, se fueron disipando gracias a la oportuna acción de la policía de investigaciones al lograr la detención de Fujimori y de las oportunas declaraciones, de la entonces candidata y hoy Presidenta, Dra. Michelle Bachelet.
Con Alberto Fujimori en Chile se inicio una situación inédita: la posibilidad real de que por primera vez se resolviera una extradición, estableciendo jurisprudencia en la propia justicia chilena.en materia de violaciones a los derechos humanos y delitos de corrupción sobre dineros públicos. Por tratarse de un ex Jefe de Estado, introducía, además, una situación delicada por su eventual implicancia bilateral.
Luego de asumir el Presidente, Alan García, el tema la conveniencia o no de la extradición de Fujimori y la actitud de su gobierno, volvió a generar profusos análisis y especulaciones. Un cercano del propio Presidente García, el periodista Mirko Lauer, señala que, la extradición de Fujimori y su "inminente aterrizaje en Lima es un presente griego, que solo puede rendir complicaciones. El triunfo es de aquella forma de conciencia cívica llamada a grandes rasgos sociedad civil, que la fuerte ala derecha del gobierno peruano viene maltratando desde el primer día. La derrota es de los fujimoristas, hasta ahora los más estables socios de esos sectores del gobierno" (1).
Sin embargo, el contexto político peruano que enfrenta hoy Fujimori es diferente al que dejó luego de su fuga el 2000 al Japón. El hombre que Fujimori persiguió luego del autogolpe de 1992, es ahora el Presidente. Su ex complice Vladimiro Montecinos esta en prisión. Los partidarios de Ollanta Humala (quien le hizo un alzamiento), representan un sector importante del congreso. Las organizaciones de derechos humanos, sociales y de izquierda, han logrado con este caso retomar iniciativa en los temas pendientes de violaciones a los DDHH. A su vez, importantes dirigentes del APRA, fueron decididos impulsores de la extradición de Fujimori. Hoy las filas del Fujimorismo se encuentran debilitadas, sobre todo en el ámbito popular, especialmente luego que Fujimori aceptó ser candidato al senado japonés, situación que- pese a la derrota sufrida- debilitó la moral de sus ya confundidos seguidores.
En este litigio, hubo aspectos poco conocidos, por coincidencia o no, el abogado de Fujimori en Chile, fue Gabriel Zaliasnik, Presidente de la Comunidad Judía de Chile, el abogado jefe de la unidad de extradiciones de la procuraduría peruana, Omar Chehade, es Presidente de la Federación Palestina del Perú.
Los organismos de derechos humanos y los familiares de las victimas, así como los procuradores y la defensa del Estado peruano demostraron una alta perseverancia.
Nuestra Corte Suprema ha aprobado un histórico fallo al extraditar a Fujimori, el que sienta un importante precedente Ahora la justicia soberana del Perú debe hacerse cargo.
(1) Articulo de Mirko Lauer, "Fujimori, el reencuentro". Diario la República de Perú. 22 de septiembre de 2007.
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